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martes, 28 de enero de 2014

LA CIUDAD & LA EXÍSTENCIA.



¿Cómo definirte Stand by desde este lado de la ciudad?
Si los tejados prófugos de maullidos estelares, 
Las iglesias de blanco y de luto, 
Las calles explosivas de lluviosos vocablos
Las noches de Romeo y serenata
De Julietas fantásticas
Permanecen
& no existo.

Las paredes se maquillan de la prisa del smog
& combaten al régimen su dogma
& se derrumban de erotismo y manifiesto
& se repite la retórica
& envejecen los desagües
& flotan pestilentes los discursos
Las mismas mentiras
& no existo.

Permanecen los roedores
& no mueren
& los bichos impregnan el aserrín de ondees prehistóricos
& la enfermedad perdura
& la peste germina con la fiebre del CO2
& el agua no vuelve
& brotan las colinas
& huyen los nevados
& se afligen los nimbos enraizadas de esplendorosos diantres
& vuelven los inviernos
& se desborda la maleza
Que tempestad
& no existo.

Tomo Uno
& me atrapa la enciclopedia
& pauso el renglón del epilogo
& todo es una conjetura
& la nueva edición me lanza de esta fe de erratas
Un Cigarro - Un café - El humo - El aroma
& el color oscuro que nunca nota la noche
& ando en la sombra
& me trepo
& la bombilla me lanza con los ciento cincuenta mil voltios
& se deforman las letras
& se derrumban las páginas
La ausencia es mi nombre
& no existo.

Busco la cena
& me levando con la ciudad
& donde está la mañana
& me incuba la silla de la soledad
& la mesa ficticia de barajas entumecidas por el azar
Meditan mi suerte
& no existo.

Mi hemoglobina se enfría
& No distingo
& No escucho
& No percibo el aroma
& No sabe el gusto
& No está la ciudad
La vida continúa
& No Existo.

Moshenga VIII

© Moshenga Cabanillas Pérez, Enero 2014
Cajamarca, 12 de Enero del 2014.
Hora: 22.13

domingo, 5 de enero de 2014

LA TARDE



Cuando mi vida pase por el camino de la tarde
Y consigo caiga la noche de los sueños
Habrá un lecho que envuelva el frío
En sólo ayeres de carbón tibio
Y el retorno  que nos lleve pronto a casa.

Cuando vuelva la mirada de un dulce momento
Y el sueño sea de todo el mundo
Cuando mi voz cansada no alcance el horizonte
Ni la mirada traspase el cielo natal de los primeros pasos
Ese día abre pegado mis memorias en ese árbol que concluye
En el río caudaloso que nos deja.

Como cartero montando en bicicleta
Pensando en el camino
Como congoja que espera el mensaje
Diré que han dormido mis ojos
Y la piel de mi alma adherida a la piedra del camino
Rodara ignorada por el viajero como si no existieran destinos.

Hoy he buscado lo que nunca se encuentra
Porque nunca se sabe si tocar la libertar de nuestra vida
Porque solo deseamos ser agradecidos y no dar la mano
Al mendigo
Al caído.

Te enciendes
Te ocultas
Te vas evaporando el día
Dejando triste la sombra
A otros llanos desde otros mares
Dejando el faro al navegante
Donde desemboca el caudal de las penas
Desde el horizonte
En el telón ficticio de la tarde
Cuando la vida no vale nada
Te vas.

Moshenga VIII

© Moshenga Cabanillas Pérez, Enero 2014
San Pablo, 05 de Enero del 2014.
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