Las almas vuelan
diluyendose en la oscura luz de alguna vela,
del aroma arcano de rosas foribundas
de fragancias de grano y estela.
Las almas remedan el caminar
el respiro y el pensar
los arrullos salobres
la epoca de niño
talante y de espera.
Las almas persiguen
los cuerpos de algun recuerdo
la estancia del principio
la vesania del primer amor
inmaculado de llantos vandálicos
y sombras desnudas.
Finalmente el transcurso jamás contado
ocurre detenido el último respiro
y nadie vive sino para contarlo.